La crisis financiera que se ha desatado en Turquía (devaluación de 72% de su moneda y caída de la bolsa de valores del 50%, de enero a la fecha en ambos casos), y que el día de hoy golpea con fuerza principalmente en las economías emergentes, en especial, las divisas de esos países, dentro de los cuales se encuentra México, se ve reflejado en la depreciación que ha sufrido nuestro peso mexicano, tan solo esta misma semana.

En la entrega anterior, cuestionábamos hasta cuándo duraría el romance con olor a esperanza, es decir, tener un peso fortalecido después de la elección presidencial, y que lo llevó esta semana a una cotización de 18.39 por billete verde, sin embargo, el nerviosismo dejó en claro que cuando se trata de proteger las inversiones, el mejor refugio seguirá siendo el dólar americano, por lo que hoy mismo vimos cotizar en 19.06 para detenerse momentáneamente (un par de días), para continuar en su ruta pronosticada a nuevos máximos históricos, quizá para antes de la toma de protesta de AMLO, para repetir el comportamiento que ha tenido el peso mexicano en los años electorales 2000, 2006 y 2012, en los cuales, pasada la elección se aprecia el peso para después seguir con su racha alcista.

Esta ocasión no debe ser diferente, máxime cuando tenemos a la vista el tsunami de la crisis financiera internacional que quizá encendió los focos rojos esta semana con Turquía.

 

Jesús M Jaramillo Díaz de León

Socio Director

@jaramillojesus